Los efectos de la salud mental sobre la productividad

Abstract

La presente investigación analiza los efectos que tiene la salud mental sobre la productividad, a través de una revisión de los estudios teóricos y empíricos desarrollados en la literatura tanto a nivel internacional como en países en desarrollo. Los resultados muestran que la salud mental influye en la eficiencia laboral mediante el ausentismo, el presentismo y la reducción en la productividad marginal del trabajo. La evidencia empírica indica que los trabajadores con problemas de salud mental enfrentan menores ingresos y menor estabilidad laboral, lo que contribuye a desigualdades económicas y pérdidas en la producción agregada. En el caso peruano, se desconoce el impacto de la salud mental en la productividad. Sin embargo, según datos del INEI, para 2024 a nivel nacional se superaron las 50,000 atenciones por salud mental, 68 % por encima de los niveles registrados en el año 2014. Ello pone de manifiesto la creciente demanda de servicios de salud mental en el país. Ante este panorama, se resalta la necesidad de políticas laborales que integren la salud mental como un componente clave del capital humano. Invertir en este ámbito no solo mejora el bienestar individual, sino que también genera beneficios económicos al reducir los costos asociados a la menor productividad y fortalecer la eficiencia del mercado laboral.

This research analyzes the effects of mental health on productivity through a review of theoretical and empirical studies developed in the literature, both at the international level and in developing countries. The findings show that mental health influences labor efficiency through absenteeism, presenteeism, and a reduction in the marginal productivity of labor. Empirical evidence indicates that workers with mental health issues face lower wages and reduced job stability, contributing to economic inequalities and losses in aggregate production. In the Peruvian case, the impact of mental health on productivity is unknown. However, according to INEI data, by 2024 nationwide, there will be more than 50,000 mental health care visits, 68% above the levels recorded in 2014. This highlights the growing demand for mental health services in the country. Against this backdrop, the need for labor policies that integrate mental health as a key component of human capital is highlighted. Investing in this area not only improves individual well-being but also generates economic benefits by reducing the costs associated with lower productivity and strengthening the efficiency of the labor market.